Con mi novio solemos ir a una cafetería los domingos. Nos gusta porque sentimos que es un espacio tranquilo que nos permite trabajar y a la vez disfrutar de un café delicioso.
Y hoy, al regresar a casa, se inició una conversación interesante, a raíz de la siguiente pregunta.
¿Qué crees que hace que esta cafetería tenga tanta concurrencia?
Y ojo. La cafetería es pequeña, sencilla, sin mayor adorno ni elegancia. Sin embargo, desde mi punto de vista, hay algo que hace la diferencia. Hoy, me di cuenta de ello con un detalle muy sencillo.
Yo: Dame un sandwich mixto, por favor, y… (me quedé pensando)
Isa (de la cafetería): Terminando la frase, como si me adivinara el pensamiento, dijo: “Un americano, separada la esencia del agua”.
Ese simple y único gesto, es el factor que hace que regrese cada domingo que puedo. Y, ¿sabes como lo resumo?
Isa me ve.
Claramente, el hecho de que me tenga en su memoria, me hace sentir vista por ella. Que entre todos los clientes que entran a ese lugar, se adelante a lo que quiero pedir, me hace sentir reconocida y valorada por ella. No soy una más, soy alguien a quien se recuerda.
Y hoy, a través de esta carta, quiero llevarte por ese camino, a través de esta pregunta:
¿De qué manera haces “sentir vistos” a quienes están cerca de ti?
Considero que, al hacernos sensibles de las acciones a través de las cuales los demás se pueden sentir vistos por nosotros, podemos valorar profundamente, cuando nos sentimos vistos por los demás. Y quizás de esa manera, generar una suerte de “cadena de favores” en la que todos podamos tener la experiencia de sentirnos vistos por alguien más. (parece trabalenguas pero no lo es)
Y hoy, de manera especial agradece profundamente, si alguien cercano a ti, te lleva por ese lugar hermoso, adonde todos deberíamos ir, cada día de nuestra vida.
Espero esta carta despierte algo especial en ti. Compartir estas experiencias contigo es mi manera muy personal de decirte:
TE VEO
Y si deseas sentirte vista a un nivel personalizado y profesional, puedes elegir llevar acompañamiento psicoterapéutico de mi mano.
Siempre serás bienvenido.
Feliz semana ❤️
Ale
Pd. La cafetería de la que te he contado, es Neira Café. (Av. Dos de mayo, San Isidro, Lima)
Bellísima, la sutileza del ser humano cuabdo vislumbra con gestos del corazón. Gracia Ale. Un placer leerte, admiro tu capacidad de reflexión tan peculiar y vibrante. Gracias por ello.
Los gestos de amabilidad y cordialidad es lo que nos hace humanos. Lo que nos permite conservarnos como sociedad. Mirar a todos desde la empatía y la solidaridad. Saludar al entrara al ascensor, saludar al vecino, ayudar a quien lo necesita. Son esos pequeños gestos, y no los grandes actos, los que construyen una comunidad. Un lugar al que podamos llamar hogar.