Lima, 24 de junio del 2025.
A veces tengo tanto para escribir que quisiera atajar todas las ideas para que no se me escapen. Por ahora, tengo varios títulos en mis borradores, así que eventualmente los releeré y veré si todavía desean expresarse abiertamente.
Lo que sea, está bien para mí. Es perfecto como es =)
Esta carta anhela contarte una anécdota preciosa que me ocurrió el sábado pasado, luego de que una paciente, a quien atendí en el 2022, me contactara nuevamente para iniciar el proceso terapéutico.
Me contó que había perdido mi número, por lo que buscó otras formas de encontrarme. Revisó su bandeja de correos porque recordó que había llevado un curso conmigo, pero descubrió que el correo desde el que lo envié ya no lo tenía habilitado.
Pidió a su hija que la ayude a dar con mi paradero, cual detective privado, hasta que llegó a mí, y de hecho fue ella quien primero me escribió cual sediento después de nadar por largas horas, y me informó que su mamá quería ser acompañada por mí, una vez más.
Ya en medio de la sesión, la paciente me comentó que fue su cardióloga quien le sugirió que lleve terapia psicológica. Al recibir esta sugerencia, me dijo que inmediatamente vine a su memoria.
Al dialogar con su hija le dijo:
“No quiero a ninguna otra psicóloga. La quiero a Ale”.
Y con lágrimas en los ojos, agregó a su relato:
“Ella celebró y se alegró por mí y cada uno de mis pasos, cuando más lo necesitaba”.
Se me derritió el corazón en ese momento. Escribo estas líneas y me emociono nuevamente. Lo agradezco, lo interiorizo, me permito sentir…
A veces, enloquezco matándome por leer más, estar cada vez más preparada para atender a mis pacientes, más formada, más todo. La pesadez en mi cuerpo me revela cuando lo hago desde esa parte de mí que sostiene que “nunca es suficiente”.
Son experiencias como las que te conté, que me recuerdan una certeza cargada de sencillez y una profundidad que me envuelve:
Yo ya soy suficiente. Lo que tengo para dar, ya es suficiente, porque se expresa desde mi ser. Y ese ser, esa esencia, esa verdad interior es PERFECTA COMO ES.
Mientras yo sigo estudiando ansiosamente y llenándome de herramientas, hay pacientes y ex pacientes que lo que más valoran es mi empatía, mi cercanía, mi paciencia, mi voz serena, mi sonrisa, mi calidez, mi autenticidad, mi pedagogía y mi forma compasiva de acompañarlas.
Alguna vez, una paciente me decía: “Tú utilizas la terapia del amor, así la siento”.
Pues ahora sé, que lo que es parte de mi huella, nada externo me lo dará, no lo necesito tampoco. Solo hace falta ser consciente de mí misma y ya.
En mi cuaderno, escribí largamente sobre esto, antes de venir a este espacio. Mi alma me dijo lo siguiente:
“Si buscas mejorar, que sea para pulir el hermoso diamante que habita dentro de ti”.
Todo YA es perfecto como es.
Yo YA soy perfecta como soy.
Al igual que tú.
Al terminar la sesión, mi paciente miró mi libro Perfecto como es, vio mi nombre y me preguntó si yo lo había escrito. Le dije que sí e inmediatamente me dijo: ¡Lo quiero! (créeme no lo digo por promocionarlo, así fue verdaderamente)
Ni siquiera me preguntó sobre qué trataba ni nada. Lo compró simplemente porque YO, su psicóloga lo escribió.
Lo que tenemos para dar, parte del ser. Y eso es suficiente.
Gracias. Esta experiencia me transformó una vez más.
Si conectas conmigo y mi esencia, y percibes que soy la persona idónea para acompañarte en terapia, escríbeme por aquí. Estaré encantada de atenderte.
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Perú: 125 soles (precio oficial)
Ecuador: 25 dólares (aún está en preventa)
Con esta sensación bonita y ligera en el corazón, me despido.
Todo es perfecto como es.
Me despido aquí casual, posando con mi Chispita💓
Cuídate mucho,
Ale